Esta sección contiene entradas sobre nuestras actividades botánicas en Baja California escritas para el UC BEE (oct 2012 a ago 2021)
y The UC Bee Hive (2022-), boletines mensuales para voluntarios y personal del Jardín Botánico de UC Berkeley.
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BEE ABRIL 2018
The Comondús
Quiero compartir este mes algunas de las fotos de nuestro viaje a unos pueblos pequeños localizados en el franje occidental de la Sierra de la Giganta y en la costa pacífica. Mientras nuestro destino principal se encuentra a solo 100 km casi directamente al sur de Mulegé, la ruta más corta es de unos 150 km y de 5 a 8 horas por carretera y entonces por un camino malo de terracería. La ruta que escogimos es la más larga y fácil: alrededor de 380 km y de 4.5 a 5 horas por pura carretera al sur, oeste y norte en un gran semicírculo. Ésta nos llevó primeramente a lo largo de la franja oriental (el Golfo) de la Sierra de la Giganta, entonces a través de la sierra hasta Ciudad Insurgentes, una comunidad agrícola en el lado pacífico (en la zona conocida como la ecorregión Llanos de Magdalena). De ahí, nos dirigimos al norte por la Carretera 53, que en lugares era dividido y bien mantenido pero en otros sin acotamiento o rayas centrales) y salimos por ramales pavimentados a cada uno de nuestros tres destinos: los Comondús, La Purísima y San Juanico.
Hubo mucho que ver pero porque no tuvimos mucho tiempo, el viaje fue uno de exploración para ver si queríamos regresar y pasar más tiempo en el futuro. Hubo tanta diversidad que este mes solo voy a escribir nuestro viaje a, y tiempo en, nuestro primer destino, los aislados pueblos y oases de San Miguel de Comondú y San José de Comondú.
De Mulegé a los Comondús — 10-11 de febrero, 2018
Vista del la franja oriental de la Sierra La Giganta, justo al sur de Bahía Concepción y el crucero a San Isidro. Este ramal es la puerta entrada a los Comondús y La Purísima desde el este y es una extensión no pavimentada de la Carretera 53.
La flora desértica de la ecorregión Los Llanos de Magdalena se parece a la de la región del Golfo Central, pero se diferencia por el hecho de que hay una variedad de plantas que dependen de la humedad de la neblina costera. Se puede ver una especie típica aquí en Ciudad Insurgentes, donde los Gallitos (no un musgo sino una bromelia Tillandsia recurvata) adornan los cables telefónicos y de luz, plantas y otras estructuras.
Una de las poblaciones separadas de Espadín (Euphorbia ceroderma) se encuentra en la costa pacífica al oeste de la Sierra de la Giganta, desde al menos el crucero con el ramal a los Comondús hasta el norte cerca de San Juanico. La geología allí es principalmente de lechos marinos antiguos, parecida a los suelos en Punta Chivato (vea más aquí sobre esa población y una imagen de la planta y flores).
Nuestra amiga fue muy emocionada cuando vio por primera vez una población del cacto Chirinola (Stenocereus eruca) que es endémica a BCS dentro de un rango en la costa pacífica que rápidamente se reduce.
El cacto de generalmente un solo tallo crece lentamente a lo largo del suelo. La parte superior echa raíces al crecer y la parte inferior marchita poco a poco.
Daremos una vuelta a la derecha alrededor del Km 60 al norte de Ciudad Insurgentes. Hasta este punto, manejábamos por campos agrícolas muy grandes que consumen la flora nativa del matorral desértico.
Después de invitarnos a gozar de un cafecito un día en su casa, se fue, seguido por nosotras, rumbo al noroeste hacia los Comondús a más o menos 40 km de distancia.
La primera vez que se cruza el río al entrar a la barranca.
Se encuentran las columnas prismáticas a lo largo de la barranca desde la entrada al oeste hasta al menos San José de Comondú.
La carretera serpenteaba por la barranca, subiendo poco a poco. En los escombros volcánicos en las laderas del cañon, hubo muchas Pitahayas dulces altas (Stenocereus thurberi) muy ramificadas que en muchas áreas fueron más grandes que el cacto arborescente Cardón (Pachycereus pringlei).
El Cuerno se enreda. Todos los arbustos y árboles estaban cubiertos por esta planta, inclusive el nativo Huitatave (Vallesia sp., Apocynáceas), Huisache (Vachellia farnesiana var. farnesiana, Leguminosas) y Mezquite (Prosopis articulata, Leguminosas).
En el Km 34 acercamos a una cuesta baja que nos llevará al pueblo de San Miguel de Comondú.
Llegamos al pueblo por el camino principal, uno de los dos. El camino sigue hacia el horizonte y el pueblo pequeño de San José de Comondú a unos 4 km de distancia.
Me alegraba estar fuera del coche y no perdí tiempo en salir a vagar dentro de los arbustos en el oasis donde pronto encontré una especie nuevas para mí: Violeta del Campo (Anoda acerifolia, Malváceas).
Una huerta del oasis. Las palmas blancas nativas (Washingtonia robusta) y las especies introducidas como las cítricas (naranjas, limones, toronjas y mandarinas), mangos, aceitunas, viñedos y datileras (el árbol diminuto en el primer plano) están mezcladas aquí. Los misionarios jesuítos llevaron muchas especies a la península en el siglo XVIII.
La caña es otro cultivo importante tanto en este arroyo como en La Purísima. Se extrae el jugo de la caña en las prensas tradicionales impulsadas por mula. Se cuece el jugo en ollas grandes de cobre calentadas a leña. Se eche la miel en moldes de madera que han pasado de generación en generación. El piloncillo, el último producto es un cono duro de azúcar no refinado que se vende en las tiendas a través de la región. A nosotras nos gustan los que son casi negros, ricos en la melaza y sabor.
Las hojas de palma blanca bien guardadas. Las hojas secas se usan para los techos y paredes. Se quitan las espinas dentadas en las márgenes de los peciolos al cosecharlas.
Un cerdo bien alimentado. Los productos porcinos consumidos, vendidos o intercambiados por el dueño incluirían: la manteca, los chicharrones, las carnitas, otros cortes de carne y los huesos para los guisos.
Vista de Mesa la Yegua en las laderas oeste de la Sierra la Giganta donde abre el Arroyo Comondú que sigue hasta los Comondús. Los suelos de esta región son principalmente de la caliza pliocénica-pleistocénica [1] con capas volcánicas esporádicas. [1]
Los pelos densos en las hoja de los Gallitos (Tillandsia recurvata) absorben la humedad y atrapan los nutrientes del aire. El área alberga a una gran variedad de líquenes que sorprendentemente pueden ser esponjosos y húmedos aún en los días cálidos. Las flores rojas vistas aquí son del Palo Adán (Fouquieria diguetii, Fouquieriaceae) en el que ocupan los Gallitos y muchas especies de líquenes.
La apariencia “por defecto” de la vegetación en la costa pacífica: muchos arbustos grisáceos y sin hojas con unas flores raras (Palo Adán, Fouquieria diguetii; Lomboi, Jatropha cinerea; Torote colorado, Bursera microphylla); Gobernadora (Larrea tridentata); los cactos columnares como el Cardón (Pachycereus pringlei) y la Pitahaya agria (Stenocereus gummosus); y una buena cantidad cubierta de los Gallitos y líquenes.
No sé exactamente por qué los encuentro tan caprichosos. Me hacen pensar en una manada de lobos marinos recostados en la playa, unos asomándose sobre la muchedumbre para ver lo que estaba pasando.
Las espinas son densas, firmes y agudas. ¿Has visto los imágenes de las lampreas y todos sus dientes? ¡La Chirinola podría ser un pariente!
Pero primero, es tiempo para platicar con el chofer amable de tractor que paró al lado de nosotras mientras tomaba una foto en el crucero. Como parece ser aquí, no nos tomó mucho tiempo presentarnos y establecer a quien conocemos mutuamente. En este caso, hemos conocido por años a su hermano en Mulegé .
Por mucho tiempo parecía que no acercábamos a las sierras. Finalmente después de muchos kilómetros de camino recto y una curva, empezábamos a acercarlas. La primera vista de la barranca.
No hubo mucha variedad en la vegetación hidrófita. Las plantas dominantes en este sitio fueron la palma blanca (Washingtonia robusta), una nativa y las exóticas e invasivas Cuerno (Cryptostegia grandiflora, Apocynaceae) y Zacate Bermuda (Cynodon dactylon, Poaceae).
Un tributario del arroyo principal. Hay mucha agua y bosques de árboles leguminosos (Mezquite, Palo verde, Dipúa…).
Otro vado. El cuerno está bien establecido aquí. Finalmente puedo ver por qué se considera una especies invasiva y nociva.
El fruto del Cuerno. Los dos folículos miden de unos 15 cm de largo y tienen muchas semillas pequeñas con comas (colas peludas). Otras especies en las márgenes del agua incluyen Bacopa monnieri (Plantaginaceae), Buena mujer (Chloracantha spinosa, Asteraceae) y Zacate Bermuda.
La vista desde la cima de la cuesta mirando hacia el fondo del arroyo verdoso.
Los pueblos experimentaron una renovación hace unos años cuando los caminos fueron empedrados al estilo del siglo XIX y se pusieron banquetas e iluminación pública.
Esta Anoda era de forma tendida, casi una enredadera. Las hojas triangulares tenían una mancha roja a lado de la vena central. Se encontraba en la sombra bajo el palmar y al lado del camino.
Una acequia en el palmar. Probablemente son los restos de las originarias utilizadas por generaciones. Algunas datan hasta la época de los misionarios. La mayor parte de los pueblos oases en Baja California a lo mejor cuentan con algunos restos de los sistemas de riego.
Una huerta local. El cerco se construyó con malla tejida con las costillas centrales de las hojas del dátil. Se utilizan también las costillas de cardón para los cercos, portones, puertas y como fajías en el techo de palma.
Las hojas de palma blanca dejadas a secarse. Las huertas bien cuidadas son podadas con frecuencia. Los árboles descuidados se formarán una falda densa y larga de hojas secas que implica un riesgo enorme de incendio. Se vende las hoja actualmente en Mulegé en 3 pesos cada una.
Este macho local pavonea. Se comen los guajolotes durante la Navidad.
San José de Comondú — 11 de febrero, 2018
El camino hacia San José de Comondú. El pendiente vertical a la derecha, con sus columnas prismáticas y el río y oasis a la izquierda.
Se encuentran las huertas agrícolas dentro del oasis a lo largo del río.
En la distancia al centro de la foto, se aparece la pared izquierda (norteña) de la barranca con sus columnas prismáticas.
Este camino conecta con la carretera transpeninsular por el pueblo de San Isidro. Pensábamos tomarlo hasta La Purísima pero después de hablar con varios rancheros que nos contaban de su mal estado y duración de 3 horas, optamos por la carretera.
El centro y otra fachada hermosa. No hay nada atrás, más que un baldío y unos palos verdes.
La Misión San José de Comondú. Según unos residentes que conocimos, fue fundada en el pueblo de San Miguel pero se trasladaron río arriba durante los primeros años cuando se dieron cuenta que no había suficiente agua para mantener el asentimiento.
Un letrero interpretativo dentro de la misión.
Subdelegación San José de Comondú.
Me fascinaban los riscos del cañon y las pitahayas dulces inmensas. Se podía ver las grietas verticales además de lugares donde el agua había erosionado los ángulos agudos de las columnas prismáticas.
La Biblioteca Pública parece maltratada por el clima durante muchos años y no estaba abierta de entre semana.
¡Nos acercamos el centro!
La vista del recinto de la misión. El cerco es de las costillas de las hojas de dátil unidas con alambre. Es un datilero a la izquierda y un cocotero a la derecha atrás del cerco.
Dentro de la misión actual. En varios lugares las paredes, hechas de piedra llamada “cantera,” pueden alcanzar más de un metro.
Hay muchas piedras en la Sierra y son bien utilizadas como muros de retención, cercos, corrales y jardineras.
Puede encontrar más imágenes de los edificios y estructuras históricas de los Comondús en esta página. Es todo por el momento. En la próxima entrada de junio (en dos meses) seguiré con este viaje que incluye el pueblo oasis de La Purísima y el pueblito costero San Juanico. Hasta la próxima...
Debra Valov—Voluntaria curatorial
Literatura Citada
[1] Minch, J., Minch E. & Minch J. (1998). Roadside Geology and Biology of Baja California. p. 114