Esta sección contiene entradas sobre nuestras actividades botánicas en Baja California escritas para el UC BEE (oct 2012 a ago 2021)
y The UC Bee Hive (2022-), boletines mensuales para voluntarios y personal del Jardín Botánico de UC Berkeley.
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BEE DIC 2018
De la Frontera Internacional a Mulegé, BCS
Salimos rumbo a Baja California en los mediados de octubre. Me siento optimista de que tengamos una temporada buena para las investigaciones botánicas dado que hubo lluvias amplias a lo largo del verano y ya hasta octubre. Estábamos listas para unos retrasos en el viaje porque hubo noticias de varias tormentas formándose en el Pacífico oriental. Aunque el Huracán Rosa había debilitado hasta un frente bajo cuando pasó por la península el 2 de octubre, la cantidad de lluvia que llevó en forma de las crecidas todavía destruyó varias puentes y tramos de la Carretera 5 al norte de Bahía de los Ángeles. Afortunadamente cuando llegamos la península central ya había pasado el peligro y no hubo problemas provocados por los daños de vados que habían sucedido.
Este mes les presento las imágenes de los lugares del norte al centro de la península durante nuestro viaje a Mulegé, Baja California Sur que incluyen: el Desierto Central, que extiende desde cerca de El Rosario hasta más al sur del Paralelo 28, la frontera entre los estados de BC y BCS (vea el área anaranjada en el mapa); el Desierto de Vizcaíno, que empieza al norte de Guerrero Negro en la costa pacífica y se extiende hacia el sur y al este hacia San Ignacio (vea el área amarilla en el mapa); y la región de la Costa Central del Golfo (vea el área rojizo-café en el mapa) que está delimitada por la zona donde el acantilado de las sierras más orientales de la península caen súbitamente al mar.
Los cerros verdes empezaron de verdad alrededor de esta área, donde la carretera transpeninsular da una vuelta desde la costa y se dirige hacia el Rosario y el Desierto Central.
En la Cuesta la Turquesa, alrededor de Km 90, al sureste de El Rosario.
Los líquenes salpican las piedras volcánicas oscuras con colores brillantes. Posiblemente Bright Cobblestone Lichen (Acarospora socialis).
Hubo muchos brotes nuevos en la cuesta. Me parece que es una planta de la familia Polygonáceas. La lluvia había pasado hacía casi dos semanas.
Los ocotillos (Fouquieria splendens) llenos de hojas. Hacen una gran parte de la fotosíntesis en los tejidos de la corteza.
Cerca del pueblo de Punta Prieta, BC, en el sur del Desierto Central, crecían brotes nuevos por todos partes. Los cerros en la distancia estaban tan verdes también.
Vizcaino Xylonagra (Xylonagra arborea subsp. wigginsii, Onagraceae) es un arbusto endémico a los desiertos Central y Vizcaíno.
Vizcaino Xylonagra. Las hojas son gruesas y cerca de 5 o 7 mm de largo.
Un puesto de productos regionales en Vizcaíno. No visibles son los higos locales y dátiles de San Ignacio, un pueblo cercano.
Pitahaya agria / Galloping Cactus (Stenocereus gummosus) con un fruto parcialmente comido.
La humedad de las tormentas Rosa y Sergio han traído nueva vida a los suelos del Desierto de Vizcaíno en muchos lugares.
Km 90 al norte de San Ignacio, en el camino de Sergio.
Un mar de verde, rumbo a San Ignacio.
En la Cuesta la Turquesa, la vegetación muestra la zona de transición (un ecotono) donde los elementos de los matorrales costera y desértico son intercalados.
Hubo poco tránsito dirigido al sur. El aislamiento y silencio es muy reparador.
Los líquenes anaranjados y amarillos son comunes en el área (Bright Cobblestone Lichen con una especie de Firedot Lichen, Caloplaca sp.).
Unas horas al sur, el paisaje había cambiado mucho. En muchos lugares, los Cirios (Fouquieria columnaris) fueron densamente frondosos, pero la vegetación cercan, mientras más seca, era multicolorada.
Muchas hojas, pero no flores en esta temporada. Se puede ver la corteza verde fotosintética.
Cerca de Km 66 y El Tomatal, BC, en el límite septentrional del Desierto de Vizcaíno. La Mariola morado (Solanum hindsianum), Tabardillo rojo (Calliandra californica) y el amarillo Romerillo Amargo (Gundlachia diffusa) estaban en pleno color.
Las flores escarlatas son de 20 a 25 mm de largo, con 4 pétalos espatuladas (cada una de unos 10 mm de largo) que son insertados en el margen de un hipanto (link: https://es.wikipedia.org/wiki/Hipanto ) en forma de embudo. Los 4 sépalos son reflejados y mide más o menos 15 mm de largo.
Los vestigios de la lluvia de la tormenta tropical Rosa que pasó al norte de Guerrero Negro en los comienzos de octubre y Sergio que cruzó la península al sur del pueblo el 9 de octubre (hace dos semanas).
El fruto del cactus Pitahaya agria (Stenocereus gummosus). Se comen frescas o en bebidas, como los licuados y aguas frescas..
El interior de la pitahaya. La fruta es jugosa, un poco dulce y refrescante, con una textura algo parecida a una sandía.
Los arbustos han echado muchas hojas y, de Guerrero Negro hacia el sur a San Ignacio, son muy llenos.
Nos acercamos a San Ignacio. Todavía se vean los efectos de Rosa.
La Costa del Golfo
Al dirigirnos al este desde San Ignacio, el paisaje verde seguía por unos kilómetros. Sin embargo, al bajar el acantilado de las sierras peninsulares y pasar por el Volcán de las Tres Vírgenes, el paisaje empezaron a cambiar, poniéndose cada vez más seco y menos verde. Al llegar a Santa Rosalía, era obvío que, aunque había llovido de vez en cuando durante el verano, la humedad no había quedado en la costa. Sin embargo, las sierras que había formado las sierras todavía estaban muy verdes. No puede esperar a ir a las sierras cerca de Mulegé mientras todavía hay la posibilidad de estar mucha agua en los arroyos y posiblemente algunos musgos y helechos.
Finalmente, la playa! Al fin de octubre y el agua todavía está como un baño, y la temperatura en los ochentas con la humedad entre 60 y 70 por ciento.
Uno de nuestros geckos residentes, en una de sus apariencias poco frecuentes, parece darnos la bienvenida. Al pasar por la casa, los hemos visto brevemente de vez en cuando, colgando en la pared o repisa de ventana. Los tenemos de todos tamaños, de crías a adultos, como éste. En Baja California se conocen como besuconas, por el sonido que hacen suena a unos besos fuertes.
El Regreso al Ojo de Agua
Cada temporada cuando regreso a Mulegé, nunca sé lo que voy a encontrar después de las tormentas veraniegas y el río desbordado. En mis entradas previas (jun 2013, ene 2015, dic 2017, ene 2018), he documentado los cambios en un área de huertas de palma al lado del río conocida como el oasis y Ojo de Agua. La última primavera cuando salimos, hubo un humedal lleno de tules, juncos y una mezcla de tulillos y zacates, Stemodia, manzanillas entre otras plantas. No esperaba lo que encontré cuando pasamos por el área en uno de nuestros primeros días de regreso al pueblo.
La información que pude averiguar de un ranchero local es que alguien encargado había decidido cerrar la compuerta de la presa para que subiera el nivel del agua dentro del oasis y ayudar la los rancheros y su ganado.
Donde la vegetación estaba antes. Casi todas las plantas sumergidas son muertas a lo largo del banco. Vea el área en enero de este año..
El camino que cruza el área estaba saturado. El agua se extendía desde fuera del marco de la foto a la izq. y hacia la derecha de la foto...
Los tules (Typha dominguensis) y juncos (Schoenoplectus americanus) y juncos crecen aquí este octubre donde había solamente algunos tulillos en abril cuando salimos.
Para abril, el zacate dominante en el área era Paspalum pubiflorum, pero ahora el zacate bermuda se coloniza las márgenes.
Parece que se abra y cierra la compuerta de vez en cuando para promover un corriente. Mientras tanto, es una área apta para la reproducción de los zancudos (y el dengue).
El resultado fue la inundación del humedal bajo lo que parece ser entre 1 y 1.5 metros en algunas partes con una expansión del río. Vea las imágenes del área en enero de 2018. Las plantas en el agua son las que estaban creciendo en la ribera en la primavera.
El área occidental del oasis también está sumergida, inclusive el camino que generalmente traspasa el lugar. Esta parte está cubierta densamente de juncos, tules, y algunas especies prostradas como Bacopa monnieri y Bermuda Grass (Cynodon dactylon) se florecen.
Mirando río abajo hacia el Ojo donde todo ya está inundado, con el agua extendiéndose desde el camino (foto a la izq.) hasta la presa a unos 500 a 750 metros de distancia.
Los tules y juncos, además de algunas palmas blancas (Washingtonia robusta).
Los charcos en muchas partes no se circulen, aunque se puede ver el agua que burbujea desde el fondo del río.
Más adentro del oasis donde el nivel freático ya está bastante alto, parece aún más saturado y el suelo está visiblemente húmedo, promoviendo más zacates y otras plantas bajo las palmas.
Es todo por este mes, permaneza atento para la próxima entrada mensual en la que hablaré de mi recorrido reciente a las sierras al oeste de Mulegé. Hasta la próxima…
Debra Valov—Voluntarial curatorial